«Son resistentes a las sequías y se adaptan bien a distintos tipos de suelos, como los de tipo arenoso. Tienen raíces profundas que les permiten obtener agua desde las napas subterráneas y pueden tolerar condiciones de alta salinidad del suelo y aguas». Así es como la doctora Bárbara Fuentes de la Universidad Católica del Norte (UCN) nos habla sobre el tamarugo, la tara, el chañar y el pimiento, especies nativas del norte chileno este miércoles 28 junio, Día Mundial del Árbol.
La ingeniera ambiental destacó que los árboles son una fuente de vida al ayudar a que aves y otros seres tengan su hogar, lo que es muy importante en zonas desérticas como la región de Antofagasta, por lo que nombró el trabajo de la estudiante Alessandra Choque, del área de Geobiología del doctorado en Ciencias mención Geología de la UCN, quien ha comprobado cómo la vegetación arbustiva presente en el núcleo hiperárido de Yungay, en el Desierto de Atacama, es capaz de cambiar las características del suelo cercano a la vegetación y con eso crear mejores condiciones para la vida.
Como las principales amenazas que afectan a los árboles nortinos la investigadora considera a las actividades humanas que derivan en la disminución del agua de las napas subterráneas, los incendios forestales y el cambio en el uso del suelo. Complementó con que los árboles también se ven afectados por plagas y enfermedades que perturban su desarrollo.







